3. Automatizado no basta: A menudo la transformación digital se confunde con la automatización, pero esta es apenas una parte de ella. Una verdadera transformación digital se produce cuando la empresa es capaz de generar un nuevo modelo de negocio que responda a las necesidades del mercado, en vez de tratar de digitalizar viejas prácticas.
4. Involucrar a las personas: A clientes, sí; pero también a colaboradores. Las personas que se involucran en las distintas etapas del modelo de negocio son las más indicadas para detectar las necesidades que representan una oportunidad de evolución.
Las herramientas de dispersión de pagos para nómina y proveedores, por ejemplo, abonan a la transformación digital de tu negocio, reduciendo cargas administrativas.
5. Mide resultados: Solamente puedes determinar el nivel de éxito de un esfuerzo, si cuentas con una métrica para identificarlo. Define cuál va a ser ese indicador y evalúa el cumplimiento de las metas que te has planteado para que puedas, de ser necesario, rectificar el camino.
6. Evolución constante: La transformación digital debe formar parte de la cultura del negocio como un camino de mejora continua. Significa estar permanentemente alerta de las necesidades de los clientes, pero también del resto de las áreas del negocio, identificando caminos para seguir creando experiencias de mejora en todos los aspectos.