Mantén tus finanzas personales separadas a las de tu negocio
Es común que quienes poseen un pequeño negocio mantengan todos los recursos en su cuenta personal. Quizá al inicio no consideraron que la actividad comercial o el número de ventas justificara tener una cuenta independiente y, con el tiempo lo fueron postergando. No obstante esta práctica puede traducirse en mucho desorden en las finanzas empresariales.
Lo más conveniente es mantener las finanzas del negocio separadas de las personales; designar un ingreso mensual para cada persona que participa de las actividades de la empresa y contar con una cuenta específica para el negocio.
Las cuentas PyME de Scotiabank ofrecen múltiples beneficios y pueden abrirse incluso por una persona física con actividad empresarial.
Identifica los ingresos, costos y margen de ganancias
Conoce a detalle las fuentes de ingreso de tu negocio y desglosa los costos. Ten cuidado de no limitarte a los costos directos, es decir, materias primas y mano de obra destinada a tu producto o servicio.
Considera también aquellos servicios necesarios para el funcionamiento de tu empresa, como salarios (incluyendo el propio) renta de espacios, luz, internet, publicidad, etc. Todos ellos tienen un impacto en las finanzas y en las operaciones, así que no debes descuidarlos, ni darlos por sentado.
Determina tu punto de equilibrio
Una vez que has identificado todos tus costos, es necesario conocer cuántos ingresos o ventas debes tener para asegurarte de poder cubrir todos ellos. A esto se le llama punto de equilibrio; es decir el momento en que la empresa no tiene pérdidas ni ganancias.
Se trata de una cifra muy importante al momento de evaluar la rentabilidad de tu PyME; especialmente cuando es posible expresarlo en unidades vendidas. Toda cifra por debajo del punto de equilibrio representa pérdidas, toda cifra por encima representa ganancias.