En la relación con clientes, cuando se trata de fortalecerla, la transparencia es igual de importante que la atención, de hecho es un complemento indispensable. Incentiva a que tu empresa sea abierta y honesta en su comunicación cultivando la confianza de tus clientes y, por consecuencia, su lealtad. Nadie compra dos veces a una marca con la que se sintió defraudado la primera vez.
En este sentido, necesitas priorizar el brindar información precisa sobre tus productos y servicios, políticas comerciales y procesos de toma de decisiones. Cuando los términos y condiciones no son claros, el riesgo de fracturar la relación con el cliente es enorme.
Los consumidores aprecian la honestidad, la integridad, y están más dispuestos a comprar a empresas que operan con transparencia.
Además, la transparencia te permite responder de manera efectiva a las preocupaciones de los clientes, resolver problemas de manera proactiva, previniendo crisis de reputación y a mejorar la satisfacción del consumidor a largo plazo.
De cara a inversionistas, ya sean individuos, grupos de capital de riesgo o instituciones financieras, los inversionistas buscan empresas en las que puedan confiar sus recursos financieros. La transparencia en la comunicación financiera es esencial para ganarse esta confianza.
Lo anterior implica ser capaces de proporcionar información precisa y oportuna sobre el rendimiento financiero, los planes estratégicos y los riesgos potenciales. Claro que eso es mucho más fácil cuando cuentas con información concentrada y detallada sobre los movimientos de tu negocio, como la que te proporciona una cuenta PyME.
Cuando las PyMEs optan por operar con apertura y honestidad, crean un ambiente en el que los inversores se sienten seguros y están dispuestos a respaldar la empresa a largo plazo.