No es un secreto que las pequeñas y medianas empresas en México y en el mundo se encuentran en constante búsqueda de oportunidades para expandir su alcance y aumentar sus ingresos.
En un mundo globalizado, trabajar con peso fuerte y divisas extranjeras se ha convertido en una opción atractiva y necesaria para muchas PyMEs. Sin embargo, la decisión de involucrarse en transacciones internacionales y manejar diferentes monedas no debe tomarse a la ligera, ya que se trata de una tarea compleja para la que conviene contar con un aliado financiero sólido.
¿Qué considerar antes de integrarse al mercado internacional?
El peso mexicano, como cualquier otra divisa, no está exento de fluctuaciones en su valor frente a otras divisas, como el dólar estadounidense, el euro o el yuan chino. Estos cambios pueden tener implicaciones significativas en la rentabilidad y viabilidad de los pequeños y medianos negocios, que operan en un entorno cada vez más globalizado.
A nivel local, la gran mayoría de las transacciones comerciales de las PyMEs se realizan en pesos mexicanos, pero cuando participan en el comercio internacional, es común que operen con divisas extranjeras.
Los sectores más comunes en los que las PyMEs mexicanas interactúan con divisas incluyen la exportación e importación de bienes y servicios, inversiones en activos extranjeros y el turismo.