Dilución
La dilución en finanzas es como compartir una pizza con más personas: cuanto más se divide, menos te toca. En el mundo de las inversiones, la dilución ocurre cuando una empresa emite nuevas acciones, diluyendo el valor de las existentes. Imagina que posees el 10% de una empresa con 10 acciones. Si la empresa emite 10 acciones más, ahora tienes el 5%, porque hay el doble de acciones en circulación.
¿Cómo entender la dilución?
Supongamos que inviertes en una startup con 100 acciones y posees 10 de ellas, lo que equivale al 10% de la empresa. Si la empresa emite 50 acciones adicionales para recaudar fondos, tu participación se diluirá al 5%, ya que ahora hay 150 acciones en total (10/150). La dilución también puede ocurrir en fusiones y adquisiciones, donde las acciones de la empresa adquirida se convierten en acciones de la empresa compradora, diluyendo así la propiedad de los accionistas originales.
¿Qué es la dilución desde la perspectiva financiera?
Para un banco, entender la dilución es crucial al evaluar la calidad de una inversión. Si un cliente solicita financiamiento para expandir su negocio, el banco debe considerar si la dilución de las acciones afectará negativamente la viabilidad del negocio. Analizar los riesgos asociados con la dilución ayuda al banco a tomar decisiones informadas sobre préstamos y aconsejar a los clientes sobre estructuras financieras sólidas que minimicen el impacto de la dilución en el valor de las acciones y, por ende, en su inversión. La dilución también se contempla en operaciones de fusiones y adquisiciones, donde el banco evalúa cómo la dilución afectará a las partes involucradas y al valor global de las empresas implicadas.