Diversifica tu inversión
Poner tu dinero en diferentes tipos de inversión te permite obtener cada vez mejores rendimientos.
Piensa en la diversificación como una forma de cuidar y proteger tu patrimonio a través de diferentes productos de inversión. Diversificar la cartera significa distribuir el dinero entre una gama de inversiones. Ningún tipo específico de inversión tendrá un buen rendimiento en todas las condiciones económicas y, si bien puedes sentir la tentación de intentarlo, es imposible predecir de modo consistente qué clase de inversión, región geográfica o estilo de inversión será mejor en un momento dado.
El punto de partida para diversificar tus inversiones son las tres clases fundamentales de activos: efectivo, bonos y acciones. Cada clase posee distintas cualidades y riesgos, que pueden utilizarse para satisfacer las variadas necesidades financieras. Contar con una variedad de inversiones ayuda a reducir el riesgo. En promedio, una cartera equilibrada aumenta la probabilidad de que tus inversiones conserven la dirección adecuada: el crecimiento de largo plazo. Una cartera diversificada de inversiones permite aprovechar oportunidades que, de otra manera, serían demasiado riesgosas. Con frecuencia, las inversiones que presentan el mayor potencial de rentabilidad son las mismas que conllevan el mayor riesgo. Si colocaras todos tus ahorros en una única inversión, probablemente desearías evitar las oportunidades de alto riesgo y alta rentabilidad. Pero en una cartera diversificada, el daño potencial de agregar algunos elementos más osados a la selección es menor, en especial si la proporción es pequeña. Si el rendimiento es negativo, la cartera en su conjunto no se verá demasiado afectada. Y si prosperan, cosecharás los beneficios.
Las diversas inversiones de tu cartera pueden crecer a tasas distintas en momentos disímiles. Contar con la combinación adecuada de inversiones te ayuda a seguir mejorando tu posición general.