En esta temporada de fin de año, cuando las compras se intensifican durante noviembre y diciembre, el riego de fraudes como el trashing aumenta al generar más documentos físicos y digitales con información personal, por ello es importante reforzar los hábitos de protección de tus datos.
¿Qué es el trashing y por qué es un riesgo para tu seguridad?
El trashing es una modalidad de fraude en la que los delincuentes buscan información confidencial en la basura o en contenedores de desecho. Aunque parece una práctica antigua, sigue siendo un riesgo vigente porque las personas continúan tirando a la basura documentos sin destruirlos adecuadamente.
Entre la información que los criminales suelen buscar se encuentran:
- Estados de cuenta
- Copias de identificación
- Contratos o comprobantes de servicios
- Documentos con nombre, dirección o firmas
- Publicidad bancaria con datos impresos
Al obtener estos datos, pueden utilizarlos para cometer fraudes como robo de identidad, apertura de Créditos no autorizados o suplantación de información.
¿Cómo funciona el trashing? Las técnicas más comunes
El trashing opera bajo un principio simple: aprovechar lo que el usuario descarta sin pensar que aún contiene información útil. Las técnicas más frecuentes incluyen:
Revisión de basura doméstica. Defraudadores localizan bolsas de basura o contenedores en zonas comerciales o residenciales donde suelen encontrarse recibos, cartas, facturas o documentos impresos.
Búsqueda en depósitos de reciclaje. Ante el desconocimiento, algunas personas tiran a la basura papeles sin destruirlos. Los delincuentes revisan estos centros porque encuentran grandes volúmenes de documentos sin protección.
Revisión de desechos corporativos. Las empresas o negocios también son objetivo: documentos de empleados, listados de proveedores, presupuestos o archivos administrativos pueden terminar comprometiendo datos de cientos de personas.