Prepárate para contigencias: ignora el "eso no me va a pasar"
El camino hacia el 2026 no está exento de riesgos: cambios regulatorios, alza de tasas de interés, interrupciones en la cadena de suministro, crisis económicas globales. Prepararse para contingencias implica:
- Construir un fondo de reserva
- Diversificar proveedores y clientes
- Mantener líneas de crédito disponibles o convenios con bancos
- Realizar un análisis de sensibilidad: ¿qué pasa si el ingreso baja 20%?, ¿y si el costo del insumo clave sube 15%?
El hecho de no planear para imprevistos es uno de los factores que inhiben la competitividad de las PyMEs en México.
Monitorea, ajusta y comunica tu plan
La planeación no es un ejercicio único: es un ciclo dinámico. Debes fijar revisiones trimestrales o semestrales del plan financiero, comparar resultados reales contra pronósticos, identificar desviaciones y ajustar estrategias. Asimismo, la comunicación interna es clave: el equipo debe entender los objetivos, la situación financiera y su rol.
Tal involucramiento mejora la implementación de la estrategia. Además, contar con métricas clave como margen de utilidad, rotación de inventario, días de cuentas por cobrar, nivel de endeudamiento, permite analizar la salud financiera de la empresa y tomar decisiones oportunas.
Para que tu PyME esté lista para el 2026, no basta con llevar las operaciones al día: necesitas una planeación financiera sólida, control de liquidez eficiente, inversión estratégica profesionalizada y una cultura de ajuste y mejora continua. En el entorno competitivo y volátil de hoy, esas capacidades no son “extras”, son esenciales para sobrevivir y crecer. En Scotiabank, como tu banco aliado, estamos listos para acompañarte en este camino: con servicios, productos, herramientas digitales y asesoría para que negocio avance con confianza.